Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe  
santuarioguadalupano.org.mx

Las Campanas

barrasup_gral.jpg

"Campanas, clamorosas campanas de mi pueblo"


No hay templos sin torres ni torres sin campanas. Recuerdo hace años cuando la Comisión de Arte Sacro, concretamente los PP. Mario Amezcua y Octavio Gutiérrez proponían que el Santuario se techara al nivel que estaba, es decir, a la altura de 20 mts. y que no se levantara la nave central ni se construyera torre alguna. El Patronato nunca aceptó semejante proposición. Hoy, las torres se van elevando al cielo para poder alcanzar la estatura convenida de 106.33 mts. 

En los últimos días, las torres se han hecho más perceptibles porque dos de las cinco campanas han sido ya colocadas. La campana es la voz de Dios que marca la vida de un pueblo. Con su alegre tañido, nos permite celebrar los acontecimientos más hermosos de nuestra existencia; con su lento sonido nos anuncia también el dolor de la partida de algún ser querido (¿Cómo no recordar el título del famoso libro de E. Hemingway “¿Por quién doblan las campanas?”). El sonido de la campana es una invitación a la alabanza, a la fiesta, al encuentro, a la oración.

La primera campana colocada en lo alto de la torre sur, pesa dos toneladas y media; su sonido jovial y alegre es el resultado de la siguiente aleación: 70% de cobre, 20% de estaño, 8% de bronce y 2% de plata. Su alcance, en las mejores situaciones es de trece kms. El badajo pesa 70 kgs. Fue fabricada en Tizapan, Hgo. por Bulfrano García.

campanas1.jpegcampanas2.jpeg


Esa campana, como todo el Santuario, es fruto de la colaboración de muchas personas que donaron llaves, monedas, cables de cobre. Agradecimiento especial a la familia SERVÍN MARTÍNEZ de Betania, Jal., que nos regaló 1700 kgs. de cobre y de muy buena voluntad, ha aceptado colaborar aportando todo el cobre que se necesite para la fabricación de las siguientes campanas que llevará el Santuario; al H. Ayuntamiento de Zamora que nos regaló más de media tonelada de cobre. Los cables de electricidad que se quitaron del centro histórico de la ciudad, son ahora parte de la campana mayor.

La campana está dedicada al Papa Benedicto XVl con ocasión de su elevación a la Catedral de San Pedro. Fue bendecida el 28 de Agosto por el Sr. Obispo Diocesano Carlos Suárez C. En la parte superior lleva la siguiente plegaria: “Madre Bendita, intercede por todos los que escuchen el sonido de esta campana que los invita a la oración”.

Fue colocada en la torre el 30 de agosto de 2005. El 15 de Septiembre, a las 9 de la noche, antes de la ceremonia del Grito, enmedio de juegos pirotécnicos, de luces y granadas, ante la presencia de cientos de personas, se estrenó con un largo repique que a todo mundo alegró.

La segunda campana se ha dedicado al Sr. Obispo Carlos Suárez C., noveno obispo de esta Diócesis.